Desde que nació
DRYOCOPUS, hace no muchos años, nunca nos ha importado conocer nueva gente y compartir
nuestros pequeños conocimientos sobre la fotografía de aves con ellos y mucho
menos los hides, que hemos ido montando a lo largo de estos años para este fin.
Nos ha costado mucho esfuerzo, un montón de tiempo hacerlos y no menos
buscarles la mejor ubicación para realizar este tipo de fotografía que tanto nos
gusta y nunca hemos pedido nada a cambio. Esta ha sido la filosofía de
DRYOCOPUS desde siempre, le pesase a quien le pesase y así seguirá siendo.
Hace cosa de un par de años, más o menos, uno
de estos hides lo montamos en un pinar cerca de donde vivimos, en la provincia
de León, con el afán de fotografiar nuevas especies. Estuvo en este lugar casi
dos inviernos. Este hide, solíamos visitarlo con bastante frecuencia para hacer
fotos y mantenerlo con comida. Cuál fue nuestra sorpresa cuando un día fuimos a echar de comer
a los pajarillos y nos encontramos con el sitio, nos habían… robado… el
hide!!!!. Se nos quedó una cara que no os podéis ni imaginar…… Esa misma cara
se nos ha quedado hace poco tiempo cuando nos hemos enterado quien fue el
“personaje” que nos robó el hide y donde ha aparecido, a unos 80 Km., en la
provincia de Zamora. No nos podíamos imaginar que dicho personaje, al que habíamos estado vinculados al inicio de la
andadura de DRYOCOPUS llegase a estos extremos, tener que ROBAR y hacerlo con nocturnidad y alevosía. Estas cosas las
suelen hacer los chiquillos de12 años…..y no lo esperábamos de un personaje con
cuarenta y tantos…. Me hace mucha gracia que esta persona esté haciendo los
comentarios despectivos que hace sobre muchos fotógrafos, siempre por la
espalda, sin saber que él no le llega a la altura de los tobillos a ninguno…,
ni como fotógrafo y mucho menos como persona. Se quiere meter en este mundillo e
ir de “profesional” de esta manera,
robando, engañando, mintiendo….., cueste lo que cueste y a costa de quien sea,
le da exactamente lo mismo, sin darse cuenta del currículo que se está echando
a la espalda y la cantidad de gente que le vamos conociendo. Hay cosas que
colman el vaso de nuestra paciencia, y no solo de DRYOCOPUS, si no ya de
demasiada gente. Creo que hay muchas
personas que todavía le tiene como un “buen
fotógrafo de naturaleza”, y que deberían saber realmente con quien están
compartiendo su afición. No vamos a publicar nombres ni apellidos, pero como él
suele decir…”el boca a boca hace mucho”,
pero por supuesto, nosotros lo haremos con verdades.